Los que se enamoran de la práctica
sin la teoría son como los pilotos sin timón ni brújula,
que nunca podrán saber a dónde van.
Leonardo Da Vinci
La voz popular dice que ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre... No cabe duda que siempre la sabiduría popular mexicana es deslumbrante en todos los sentidos. Cuando uno está aprendiendo o enseñando una lengua, siempre buscamos, al menos como profesores y estudiantes, encontrar el mejor método para hacer asequible la lengua meta. Sin o con embargo, muchas veces en la infranqueable búsqueda por lo mejor, uno termina casándose con una teoría y con una serie de tareas. Y así, paulatinamente, uno se olvida de seguir buscando o creando nuevas formas de enseñanza y aprendizaje: nos quemamos o simplemente nos apagamos. Por ende, he de decir que no todas las teorías ni todas las tareas se adecuan a nuestras necesidades e intereses. Ojalá, aunque no lo deseo del todo, las cosas fueran más sencillas; pero, no. Sin embargo, llegar al justo medio siempre tiene su encanto y astucia. Tanto un alumno como un profesor competente es aquel que tiene la capacidad y la eficacia para discernir entre un cúmulo de teorías y prácticas para aplicarlas a situaciones reales y cotidianas.
No hace mucho tiempo, para ser exactos unos seis meses atrás, empecé mis clases de catalán. Sinceramente confieso que han cumplido mis expectativas y me he sentido muy contento con ellas. Tal vez se han conjugado varios factores que al parecer se adecuan mucho a mis necesidades, por ende me siento muy tranquilo y contento. Prueba de ello son mis progresos con esta lengua romance, los cuales se han visto satisfactoriamente reflejados en mi diario interactuar. Estos avances los atribuyo mucho a que las clases han girado en torno a una enseñanza con un enfoque de la lingüística textual. Es decir, hay un mayor interés por el enfoque comunicativo. Esto ha permitido que el estudiante -en este caso yo- pueda participar de forma activa e inductivamente sobre los distintos tipos de discursos que se deben de adoptar en circunstancias específicas y diversas. Uno de los detalles que me ha gustado muchísimo es el tipo de teoría psicológica que se ha adoptado para este curso: la psicología cognitiva. Esta teoría ha permitido que en ciertas actividades nos demos cuenta de tres factores importantes: primero, que ante una circunstancia especifíca (comprar frutas y verduras en el supermercado) hay varias estrategias posibles para hacerlo, no hay una única manera, sino que nos podemos valernos de diversos recursos; segundo, que cualquier conocimiento adquirido puede codificarse y establecer comparaciones con otros; tercero, la integración de nuevos conocimientos y estructuras al conocimiento previo y la aplicación de éste en contextos reales.
3 comentarios:
Comparto tu opinión cuando hablas del buen profesor como aquel que sabe integrar las teorías lingüísticas en la práctica.Está claro que "cada maestrillo tien su librillo", pero afortunadamente ha cambiado mucho la idea de lo que significa enseñar y gracias a la psicología cognitiva nos hemos preocupado más de los procesos mentales y hemos centrado la atención en el aprendiz.Creo que es un paso significativo,pasar del profesor como fuente de conocimiento al aprendiz y verlo como un espectador y experimentador de la lengua meta, del cual los profesores podemos aprender mucho a través de sus reflexiones sobre la L2. Creo que tenemos que enseñarle estrategias para aprender y para comunicarse en la lengua meta en cualquier momento, y sobre todo ayudarles a ser muy críticos en la lengua que aprenden.
Sí, Mario, hay que enseñarles a ser muy críticos a los alumnos y sobre todo mostrarles todas las variantes culturales en este mundo donde la información abunda. Además es muy cierto que el profesor ha evolucionado para bien del monstruo-fuente del conocimiento hacia el aprendiz activo en aula. Una vez más: gracias por tus comentarios que siempre son bien recibidos.
Me haces recordar mis dias de escuela, aunque espero pronto volver a estudiar algo, lo que sea jeje XD
Si siempre se explicara cómo podemos aplicar lo que se dice en las aulas a la vida cotidiana, creo que los alumnos pondrían más empeño y atención en las clases.
Creo que todos necesitamos la respuesta a un ¿Por qué estudiar? o un ¿Para qué aprender?
Saludos.
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